martes, 5 de agosto de 2008

Lo que he soñado hoy

La euforia flotaba en el ambiente, la sorpresa había hecho que los ojos de Javier brillaran con luz propia… No se le ocurrió otra manera de agradecérselo a su mejor amigo, Adrián, que darle un beso, con todas sus fuerzas, en la comisura izquierda de su boca…

Este, al recibir tal desconmensurada muestra de felicidad, se le quedó mirando a los ojos, y acercándose lentamente a sus labios, entornando los párpados, le obsequió el beso más tierno y delicado que se podría soñar…

Javier se quedó paralizado varios segundos, y acto seguido, lo empujó bruscamente contra la pared…

Ahora, sus ojos estaban cargados de ira, sus facciones, endurecidas como el mármol, y su mirada, se había estancado frívolamente en los ojos de Adrián…

Sin saber que hacer, acorralado en el suelo, entre la pared y su mirada, lágrimas, silenciosas, empezaron a recorrer su trémulo rostro… Sus ojos lloraban sin parpadear…

Javier, tragó saliva, y salió corriendo de esa clase vacía e iluminada por un atardecer truncado…

Adrián, al ver la reacción de su amigo, gritó con voz muda…

“Espera!!!!”

Intentando incorporarse lo más deprisa posible para seguido, seguirle.

En su estado, al carecer de fuerza alguna tras lo que había ocurrido, calló de bruces al suelo dos o tres veces seguidas, mientras se aproximaba a la puerta, intentando articular vanamente la palabra que había dicho antes entre sollozos…

Fuera de la clase, todos se preguntaban que había pasado, yo había visto salir de esa clase a un Javier poseído por alguna fuerza extraña, y a un Adrián más apagado que nunca, luchando más por seguir a su amigo que por respirar.

El director, al ver el escándalo y la persecución, los hizo llamar a su despacho.

Javier miraba hacia la izquierda, mostrándole la nuca a su amigo, y Adrián miraba hacia el suelo, abatido, y aún, teniéndose a malas penas en pie…

El director les pidió explicaciones y ninguno habló, así que dijo que no importaba lo que hubiera pasado, pero que se hicieran las paces o de lo contrario se quedarían castigados ambos.

Los dos se pusieron de acuerdo, ya que Javier no quería estar ni un minuto más al lado de Adrián, y Adrián no quería que Javier se sintiera otra vez tan mal por su culpa. Se dieron la mano y salieron al mismo paso de ese cuarto.

Fuera, Javier se fue sin dedicarle una ojeada, y Adrián se dejó caer, derrumbándose en el banco más cercano, con la mirada perdida y con la mente en blanco.

Al verle no pude evitar derramar una lágrima, y me plantee hablar seriamente con mi hermano.

En casa, entablé una conversación como nunca antes había hecho, y no se como, hice entrar en razón a Javier.

Le acompañé para que le pidiera perdón por su comportamiento y hablaran las cosas.

Al llegar a su casa, la madre de Adrián acababa de irse a hacer unos recados y estaba él solo en casa. Tras tocar el timbre, abrió la puerta, y se sentaron ambos en el sofá de la salita. Yo me quedé apoyado en la puerta abierta, viendo como mi hermano se disculpaba, porque le costaba un poco…

Al final hicieron las paces y Javier dijo que él seguiría siendo su amigo, pero solo eso, su amigo. Adrián contestó que no supo por que hizo lo que hizo, que estaba enamorado de él, que le gustaban los chicos, que era gay…

Al decir esto último su tono descendió y se quedó mirando el suelo…

Tras un incómodo silencio, Javier, se despidió, y se fue sin esperarme a la calle. Entonces, me incliné hacia Adrián y le susurré en el oído… “Yo también lo soy…”

Impresionado, abrió los ojos, y al notar su atención en mí, me despedí y me fui con mi hermano, que estaba enfrente del piso esperándome.

Esa noche me costó dormirme, y cuando lo conseguí, aparecí en un sitio oscuro y cavernoso con mis padres… Era un cine gótico o algo por el estilo…

La entrada la compré, pero me costó dos relojes de bolsillo de cuerda y veinte… veinte algos de una moneda desconocida. La mujer que cobraba las entradas insistió que le pagara con un reloj azul que también tenía, porque era muy raro y bello, pero yo le dije que solo pagaría con los dos que ya le había dado.

La película comenzó… era muy extraña… había un coche circulando por una autopista, y las personas que habían en él, hablaban alemán, y los subtítulos estaban en francés…

Más adelante, en el sueño, estaba en la parada de autobuses, la que suelo coger para ir al instituto, y desde ella, vi a Adrián, un chico en bicicleta le acababa de tirar un globo de agua. Entonces me desperté agitado… y al poco tiempo me di cuenta que me había dormido…

Salí corriendo, ya que a primera hora me tocaba con un profesor muy serio y disciplinado, el profesor de matemáticas, que el día anterior nos había mandado un problema imposible y se me había olvidado por completo hacerlo.

Llegué a tiempo a clase, abrí el libro y la libreta, y mientras el profesor miraba uno por uno quien había hecho el problema yo me fui detrás de la clase para que me explicaran como se hacía…

Cuando abandoné mi pupitre, un chico se sentó en mi silla sin que me diera cuenta…

Al regresar y tener en frente al profesor, cogió mi libreta entre sus manos… la revisó y dijo sorprendido…

“¡¡¡Imposible!!! ¿¿Tu?? ¿Has hallado nueve de los diez dígitos que se especificaban en el enunciado?

Y el profesor dijo en alto: “Así es como se tienen que hacer las cosas, atendiendo en clase y después sabiéndolas desarrollar desde cero, ya que ha superado hasta las siete incógnitas halladas por Adrián”

Mi giré y él estaba en el pupitre de detrás mío, me miraba fijamente y con una sonrisa que me hizo sonreír a mi también… Noté que mi mano derecha estaba mojada, me eché a un lado y toqué la silla, había un pequeño charco por un lado…

Miré a Adrián… desde su silla caían pequeñas gotas al suelo, tenía el pantalón y media camiseta empapados…

Al verme ver mi mano y darme cuenta de lo sucedido, ante mi cara de incredulidad se escuchó su suave risa cerrando al mismo tiempo sus ojos mientras reía…

Y pensé… “Así que no ha sido solo un sueño… el globo si que le había dado…”

Una lágrima de felicidad se asomó por mi ojo izquierdo.

Acto seguido, me he despertado…

;

Cuando esta mañana me he levantado… he notado el mundo diferente, como si algo hubiera cambiado… algo que afecta al todo…

P.D: Puede haber algunas incongruencias por ahí, no suelo hablar mucho, ni escribir conversaciones, por eso es posible que haya utilizado recursos similares, o abusado de los nombres propios.


Hasta Luego y Suerte ^^

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